domingo, 19 de junio de 2022

20 DE JUNIO DE 1820 – 20 DE JUNIO DE 2022

A 202 años de la muerte del creador de nuestra bandera debemos rendir a Manuel Belgrano.

Belgrano ofreció el último tramo de su vida, a una causa que creía justa, por ello a la comodidad que su condición de abogado reconocido le aseguraba, le opuso la decisión de participar en un movimiento revolucionario que prometía la construcción de una nueva Nación. Aceptó el desafío, sabía que no era fácil, pero eligió el sacrificio y la incertidumbre, nos legó su ejemplo, que se repita y multiplica en cada enseña patria enarbolada a lo largo y a lo ancho de nuestra querida Argentina.

La bandera es el símbolo, pero la Patria la hacemos todos, día a día, generación tras generación. Una

Nación tiene identidad cuando se construye fundada en principios y valores que le son propios e intransferibles. A pesar del tiempo transcurrido y con los cambios profundos que se han producido en el mundo, aquellos principios permanecen con toda su fuerza y vigencia. Se manifiestan en nuestra vida democrática, en la activa participación del pueblo en el quehacer nacional, resaltando las acciones positivas, señalando también los errores, trabajando en la construcción colectiva de una sociedad más justa, más equitativa, más solidaria.

Manuel Belgrano enarboló por primera vez la bandera nacional en la ciudad de Rosario el 27 de febrero de 1812.

Decía Manuel Belgrano a sus soldados al referirse a la bandera: “Posesionaos de ella” y “no olvidéis jamás que nuestra obra es de Dios; que Él nos ha concedido esta bandera, que nos manda la sostengamos, y que no hay una sola cosa que no nos empeñe a mantenerla con el honor y decoro que le corresponde”.

Joaquín V. González describe su amor a ella en una poesía: ¡Bandera de la patria, celeste y blanca, símbolo de una unión y de la fuerza con que nuestros padres nos dieron independencia y libertad; guía de la victoria en la guerra, y del trabajo y la cultura en la paz; vínculo sagrado e indisoluble entre las generaciones pasadas, presentes y futuras; juremos defenderla hasta morir antes que verla humillada!